sábado, 6 de noviembre de 2010

Vuelo a Europa

Despega un vuelo hacia Europa.
El capitán de la nave les da la bienvenida a los pasajeros, les informa sobre el vuelo y el estado del tiempo y por último se despide deseándoles un muy agradable viaje.
Lamentablemente olvida cerrar el micrófono y le hace un comentario al copiloto:
-'Bueeeeeeennooooo... ahora me fumo un cigarrillo y después, aprovechando que en primera clase no viaja nadie, me voy a echar un polvo con la azafata, de esos que te dejan muerto, viste...?'
La azafata desesperada, al ver que todo el pasaje estaba escuchando lo que el capitán decía, se lanza a la carrera para avisar que el micrófono se encontraba abierto, pero en el camino le sale al paso una anciana que le dice:
- 'A dónde va la calentona...? no escuchó que primero se va a fumar un cigarrillo?'

El Oso y el Conejo

Había un oso y un conejo que caminaban por el bosque, peleando el uno con el otro, cuando de pronto encontraron una lámpara maravillosa.. El genio les concedió tres deseos a cada uno.
El oso pidió primero:
- Yo quiero que todos los osos de este bosque sean hembras.
- Concedido.
El conejo habló:
- Yo quiero un casco de moto.
- Concedido..
El oso extrañado con el conejo continuó con su segundo deseo:
- Para estar seguro, deseo que los osos de todos los bosques vecinos sean hembras.
- Concedido.
El conejo solicita su segundo deseo:
- Yo quiero una moto Harley Davidson.
- Concedido.
El oso asombrado por los gustos del conejo, hace su tercer deseo:
- No quiero correr riesgos, quiero que todos los osos del mundo sean hembras.
- Concedido.
El conejo arranca en su moto y cuando esta a 100 metros grita su ultimo deseo:
- Que el oso sea trolooooooooo!!!!!!!!!

sábado, 30 de octubre de 2010

DEFINICIÓN DEL CUBANO


ARTÍCULO ESCRITO POR EL PERIODISTA MEXICANO VÍCTOR MORA.

Salen de una isla pequeña y se han diseminado por todo el mundo.
Uno es profesor en una universidad de Australia; otro, inauguró en Alaska un restaurante. Nada los detiene, ni el frío ni el calor. Los seduce el trópico de la Florida, pero soportan igualmente a pie firme los hielos de Boston y Nueva York.
No mendigan, trabajan.
Los que en Cuba eran pobres, aquí son ricos. Los que allá eran medio pelo, aquí son pelo y medio. Ningún obstáculo detiene su laboriosidad beligerante si la oferta es digna.
Uno es rector de la Universidad; otro, maquilla muertos. Cambian, pero sólo en la superficie. En Miami siguen jugando la bolita, peleando gallos escondidos y enviando los hijos a la escuela privada.
En Madrid, están contra José Luís Rodríguez Zapatero y en Caracas, contra Hugo Chávez, siempre en la oposición. Se les critica y se les envidia pero en el fondo se les admira.
Gallegos por el trabajo y judíos por la voluntad de sobrevivir, constituyen una legión empecinada que no se deja ignorar.
Traen su música calurosa, el ruido de sus tambores, los frijoles negros y el bistec de palomilla con moros y maduros. Pero traen sobre todo la simpatía, la cordialidad y la laboriosidad.
¡Quiénes son? Son los cubanos del destierro, la única población mundial trasplantada, que (salvo a los hebreos) en un medio siglo no han perdido su identidad.
Los que admiraban a Cuba desde lejos como ejemplo supremo de pujanza latinoamericana, los que veían a Cuba como un milagro étnico y cultural, donde todo parecía un relajo pero todo funcionaba bien, ya no tienen que ir a Cuba para conocerla. Aquí la tienen dentro de los mismos Estados Unidos. Esta es Cuba.
Estos son los cubanos. Exagerados, fanfarrones, ruidosos, sí, pero también intensos, profundamente creadores y buenos amigos. Y qué no han hecho en estos 47 años de destierro los cubanos para poder sobrevivir con dignidad? Cual actividad manual o intelectual no han ensayado en este o en aquel país, por complicada que pareciera, lo han realizado para no quedarse detrás, para no dejarse discriminar.
En alguna de esas actividades han llegado tan lejos que superan a emigraciones que los precedieron por cerca de medio siglo. No hay hospital en Estados Unidos donde no haya hoy un médico cubano. No hay periódico donde no haya un periodista cubano, ni banco donde no haya un banquero cubano, ni publicitaria donde no haya un publicitario cubano, ni escuela donde no haya un maestro cubano, ni universidad donde no haya un profesor cubano, ni comercio donde no haya un gerente cubano.
En las Grandes Ligas del béisbol el nombre de más color y brillo es el de un cubano. En Madrid, el primer poeta latinoamericano es un negro cubano. En la Coca Cola, Kellogg's, McCormick, y tantas otras, su dirigente fue un cubano. En el Congreso de Washington hay cuatro cubanos, en el federal se sientan dos cubanos, el ministro del comercio de EE.UU. es un cubano, la viceministro de salud es una doctora cubana. ¡Caramba, son unos pocos en este país y llegaron hace muy poco tiempo!
En la tierra prestada del extranjero parecen llevar siempre en la frente la marca del sitio de donde vienen. Los cubanos llevan a Cuba. La enaltecen y la honran, porque además de en la frente, la llevan en el corazón.
Pero hay algo en el desterrado cubano, a mi juicio, superior a esa actividad profesional triunfante, y es su odio al despotismo del que huyen, su amor a la tierra que dejaron. Eso lo separa y lo define. Eso da a sus triunfos en medio del desarraigo, una grandeza que de otro modo no tendría. ¿Por qué, preguntan algunos, no se acaban de quedar tranquilos los exiliados cubanos? ¿Por qué no aceptan de una vez que perdieron la batalla? Se han afincado definitivamente en estas tierras hospitalarias que los han acogido y donde viven en lo material muchas veces mejor que como vivían en Cuba.
Los que se preguntan, no conocen a los cubanos. El cubano sabe esto. Aun teniéndolo todo, si les falta Cuba, no tienen nada. Quizás por ello han hecho su Cuba aquí. Saben más todavía que esta prosperidad de que disfrutan, lejos de su isla hambreada y aterrada, es en cierto modo una forma de traición. Por eso, si se le mira bien, se verá que a veces parece que el cubano ríe, pero en realidad esta llorando por dentro.
Le nace el hijo, le crece, se le gradúa en la Universidad, pero el cubano suspira. ¡Ay, si estuviera en mi Cuba! Compra una casa, un auto, o una lancha y sigue suspirando. ¡Ay si todo esto lo tuviera en Cuba! De una manera misteriosa, que no puede definir, hay un vínculo con aquéllo que tira de aquí hacia allá. Ahora que perdió a su país, sabe que no puede vivir sin Cuba, y la sueña de noche, y le agiganta los valores y la embellece y la idealiza, y se culpa de no haberla entendido mejor, y la recrea en sus cantos y bailes, y la revive en sus historias en sus costumbres y en sus comidas.
¿Por qué compran hoy los cubanos más libros cubanos que nunca? ¿Por qué tienen sus casas, sus negocios y sus oficinas llenas de palmas, de banderas, de escudos y de retratos de José Martí? ¿Por qué aunque sean "USA citizens" SIGUEN SIENDO CUBANOS? ¿Por qué se reúnen en los municipios, borrando antiguos antagonismos de partido o clase? Porque el cubano sabe que lo único auténticamente suyo fue SU CUBA y que a élla quisiera él poder regresar. No les preocupa que le devuelvan la residencia o el negocio, si lo tenían. Lo único que desean es volver a su tierra. La casa donde nació está destruida, al pueblo se lo han puesto desconocido, la madre ha muerto. Pero no importa. El exiliado cubano quiere de todos modos ir a esa casa, a ese pueblo y a esa tumba. La Patria empieza ahí. En el exilio tropieza, erra y se equivoca, pero está salvado también porque en el fondo de su ser nunca traicionó a Cuba.
Cuando llegue ese momento muchos volverán, otros no podrán hacerlo, pero las semillas que dejaron donde estuvieron exiliados no los olvidará, perdurarán por siempre y para siempre porque lo hicieron con mucho sacrificio, tenacidad y amor. Y aunque a lo mejor no tendremos la oportunidad de leerlo, muchos escribirán sobre su paso aquí para orgullo de sus descendientes.

miércoles, 27 de octubre de 2010

ACEPTALO GARCIA...



García estaba muy emocionado con su nuevo rifle y se fue a cazar osos.

Se encontró con un pequeño Oso de color marrón y le disparó.

Fue entonces que sintió un golpecito sobre su hombro y se dio vuelta para ver un gran Oso negro, el cual le dijo:

- “Tienes dos opciones, o te golpeo hasta la muerte, o nos entendemos con sexo”

García decidió agacharse…

Aunque se sintió dolorido por dos semanas, rápidamente se recuperó y juró venganza.

Inició otro viaje para encontrar al Oso negro, y cuando por fin lo encontró, le disparó y lo mató.

Entonces sintió otro golpecito en el hombro.

Esta vez era un enorme Oso grisáceo el que estaba a su derecha. Era el más grande Oso negro, y éste le dijo:

- “Esto te va a doler más a vos que a mi, pero tienes dos opciones, o te golpeo hasta la muerte o nos entendemos con sexo”.

… Otra vez García pensó que era mejor perder su dignidad, que su vida… Aunque sobrevivió, pasaron muchos meses hasta que logro recuperarse.

Ultrajado, se dirigió de nuevo al bosque con una sola meta, venganza. Logro encontrar la pista del Oso grisáceo, lo ubicó, le disparó y lo mató.

Fue entonces que sintió un nuevo golpecito en el hombro y giró y vio un gigantesco Oso polar que mirándolo fijo le dijo:

- “Acéptalo García, … vos no venís a cazar!”

martes, 29 de junio de 2010

EL NEGRITO Y EL CELULAR

Un negro hacía tanto que no tenía sexo que ya no aguanta más, busca una linda negra y le pregunta:

- ¿Cuánto cobra mi negra?
- 100.
- ¿Quee?... ¿ya salieron lobiyete de 100?... Ma baraaato mi neeeegra...
- Buee: 50.
- ¿Ta loca?. Mirá, tengo 12 nada má...
- Po 12 no me dejo agarrá ni po Bra Pit.
- Tonce 12 y el celulá.- dice el negrito.

La negra lo piensa un poco y como no tenía celular le dijo:
- Bue, dale...
El negro se enfiesta, saca su herramienta y coge a la negra hasta que la hacía aullar.
Cuando el negrito termina le da los 12 pesos que llevaba, se viste y comienza a irse...
- Oye negro: ¿y el celulá?...
- Apunte mi negra: 310 952-6575...