Una familia feliz está en la mesa para cenar cuando el hijo dice si puede hacer una pregunta.
El padre responde:
- Claro, hijo, pregunta!
Y el hijo dice:
- Papá, cuántos tipos de pechos de mujer existen?
El padre, algo sorprendido, responde:
- Bien, mi hijo, existen tres tipos.
A los 20 años la mujer tiene pechos como manzanas, firmes y redondos, lindos, da placer verlos. De los 30 a los 40 son como peras, todavía bellos, aunque un poco caídos... A los 50 son como cebollas...
El hijo dice:
- Cebollas?!
El padre respondió:
- Si. Cuando los miras, te dan ganas de llorar.
Esta explicación lleva a madre e hija a un punto neurálgico tal, que la hija pregunta:- Puedo también hacer una pregunta un tanto personal?- Mamá, cuántos tipos de penes existen?
La madre queda un poco sorprendida, pero mirando al marido responde:- Bien, hijita, un hombre pasa por tres fases distintas.. A los 20 años el pene es como un tronco de Jacarandá, respetable y firme. De los 30 a los 40 años el pene es como un tronco de Sauce llorón flexible pero confiable. Después de los 50 años el pene queda como un árbol de Navidad .
La hija dijo: - Árbol de Navidad?!
La madre responde:
- Eso mismo. Muerto de la raíz a la punta, y las bolas cuelgan como decoración!! Y lo peor: sólo se arma una vez al año!!!
viernes, 30 de octubre de 2009
martes, 13 de octubre de 2009
Maestro Héctor
Dos parejas están jugando a las cartas. De repente, a Héctor se le caen unas cartas al suelo. Cuando se agacha para levantarlas, nota que la mujer de Pablo NO está usando ropa interior y ha abierto provocativamente sus piernas para que él la vea sin problemas.
Medio incómodo, Héctor se golpea la cabeza con la mesa y se levanta con cierto rubor en el rostro. Más tarde, Héctor va a la cocina a buscar una cerveza y la mujer de Pablo lo sigue y le pregunta:
- Viste algo interesante debajo de la mesa?
Héctor admite que sí, y ella continua:
- Puede ser tuyo, por sólo 500 lucas!
Héctor piensa un minuto, y admite estar interesado.
Quedan en encontrarse el viernes siguiente a las 2 p.m., cuando Pablo estuviera en la oficina.
El viernes, Héctor va a la casa de Pablo y, después de una sesión de sexo como hacía mucho tiempo no tenia, le paga a la mujer las 500 lucas acordadas.
Rato después llega Pablo y le pregunta a su mujer:
-¿Decime... Héctor estuvo aquí hoy en la tarde?
La mujer un tanto sorprendida (y un poco asustada), responde que sí.
- ¿Y te dió 500 Lucas?
- (Dios mío, él lo sabe!!! ), piensa ella. Y finalmente dice:
- Siii, me las dio... por qué...?
- Ah, que bueno! -responde Pablo-, el pasò por mi oficina en la mañana y me pidió 500 lucas prestadas. Me dijo que me los devolvería esta tarde al pasar por la casa y que te las dejaría a vos si yo no estaba... Menos mal que no me cagò....!
Medio incómodo, Héctor se golpea la cabeza con la mesa y se levanta con cierto rubor en el rostro. Más tarde, Héctor va a la cocina a buscar una cerveza y la mujer de Pablo lo sigue y le pregunta:
- Viste algo interesante debajo de la mesa?
Héctor admite que sí, y ella continua:
- Puede ser tuyo, por sólo 500 lucas!
Héctor piensa un minuto, y admite estar interesado.
Quedan en encontrarse el viernes siguiente a las 2 p.m., cuando Pablo estuviera en la oficina.
El viernes, Héctor va a la casa de Pablo y, después de una sesión de sexo como hacía mucho tiempo no tenia, le paga a la mujer las 500 lucas acordadas.
Rato después llega Pablo y le pregunta a su mujer:
-¿Decime... Héctor estuvo aquí hoy en la tarde?
La mujer un tanto sorprendida (y un poco asustada), responde que sí.
- ¿Y te dió 500 Lucas?
- (Dios mío, él lo sabe!!! ), piensa ella. Y finalmente dice:
- Siii, me las dio... por qué...?
- Ah, que bueno! -responde Pablo-, el pasò por mi oficina en la mañana y me pidió 500 lucas prestadas. Me dijo que me los devolvería esta tarde al pasar por la casa y que te las dejaría a vos si yo no estaba... Menos mal que no me cagò....!
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